Ayer 24 de abril del 2010 fuimos al centro de jovenes de la Roca del Valles, nos encontramos en un edificio enorme, al lado del campo muy desplazado de la ciudad, al entrar nos pidieron documentación, nos hicieron sacar y guardar los objetos de valor, tabaco, cámaras..., lo más curioso y como anécdota, es que el Ipot que llevaba para poner la música para actuar, se lo miraron dos y tres veces, me preguntaron que que era. Mi pregunta es, Son sólo algunos presos que no los dejan evolucionar al estar en un centro cerrado y sin contacto casi con las personas, o son los propios funcionarios los que dejan de aprender una vez trabajan allí ???
Una vez dentro después de pasar como por unas 5 puertas blindadas y esperando a que se abrieran una por una como tres minutos por puerta, entramos en el patio, sólo se veian las ventanas de las celdas , alrededor una verja con pasillos de piedras y hierros entrelazados a unos 5 metros del suelo.
Llegamos al salón de actos donde actuamos satisfactoriamente para ellos y para nosotras, una de las actuaciones más gratificantes de mi vida, entras con una idea y te vas con otra totalmente diferente. Es gente agradecida, sabemos que han hecho cosas que no están bien pero siempre tenemos que saber que son personas, no todas se merecen que vengan a entretenerles y que hagan cosas por ellos pero pienso que no todo el mundo es igual y hay que darles oportunidades , nosotras ayer hicimos un buen trabajo y lo mejor es que nos fuimos con un buen sabor de boca. Espero que ellos pensaran en todo lo que les puede esperar fuera y reflexionen, en cierto modo la cárcel no es un sitio donde puedan tener un espacio personal con intimidad propia. Tienen muchas limitaciones.
Esperamos el año que viene volver otra vez.